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... Y nomás no tengo sueño, vienen a mi mente tantas cosas: por hacer, que he hecho, que hubiera hecho, que he desecho...

Alguna vez se me ha ocurrido que vivo en un mundo surrealista, que todo es una trampa del destino. Pero no hay tal, no lo hay.

Tantas cosas por aprender y lecciones aprendidas, tantos amigos y tanto tiempo sin verlos; o sin pasar tiempo de calidad con ellos, madres! los extraño un buen.

Digo, ¿por qué esperar al Año Nuevo para llevar a cabo múltiples o simples proyectos/propósitos? Cada día amanece, el Sol sale todos los días, todos los días anochece. Entonces, ¿por qué no aprovechar éstos? Y empezar entonces todo, desde cero.

Cantar, aprender a tocar guitarra, aprender una palabra nueva en otro idioma o en la lengua materna, decirle a alguien que le aprecias o quieres, o amas, estrechar una mano, regalar una sonrisa a una persona desconocida, redondear en el Oxxo (que aunque es truculento lo hago aunque no con mucha regularidad por motivos que en esta ocasión omitiré), leer algo diferente, finalizar algo inconcluso, sorprender con un gesto amable a alguien, perdonar... olvidar... olvidar.

Leí por algún lado, que la gente que no perdona es gente que no merece tu cariño o atención, ya que son egoístas al no hacerlo, por muy paradójico que suene; porque, ¿y si ellos hubieran fallado? Ellos si exigirían tu perdón, ¿no?

Perdona para ser perdonado.

Parece una frase tan sencilla, simple, un lugar común quizás; pero encierra un todo, una parafernalia de un estire y afloje de sentimientos, de ceder, de negociar. O... perdonar, ¿pero no olvidar? Entonces, ¿cuál es el punto? Si perdonas pero no olvidas, entonces no has perdonado, porque no se disculpa a nadie a medias, o lo perdonas o no lo perdonas, punto. Y al perdonar, lo que sea, también olvidas, porque es algo que repercutió negativamente en ti (y positivamente, ¿por qué no? si es que has aprendido la lección) y no quieres traerlo al presente.

Entonces veo porque personas importantes en mi vida me han dicho:

Tu vive el presente, disfruta el momento. Carpe Diem

Esto evita traer cosas negativas del pasado, y distrae tu atención del futuro, de lo que idealizas. Es lindo idealizar pero, sin duda, idealizar significaría en un sentido estricto desear que una situación se dé en el mejor de los escenarios, pero como todos sabemos la vida es como es, no como esperamos que sea.

No quiero concluir, porque sería dar por cerrado un tema, un tanto ambigüo, y cada quien escribe de acuerdo a sus experiencias.