No estaba muerto...

... y tampoco andaba de parranda. No se preocupen, no me secuestró nadie ni me fuí de misionero al África, hace mucho que no posteo mis clásicas pendejadas porque además de que no tengo mucho tiempo, se me olvidó la contraseña de esta chingadera. Para retomar el propósito (tiene?) de este espacio, ahi les va una imagen muy ad-hoc a lo que se vive ahorita.