Así pasa, cuando sucede...: febrero 2010

Los Shuar habitan entre las selvas del Ecuador y Perú. Los conquistadores españoles les dieron el nombre de jíbaros.

Si, son esos "jíbaros" que reducen las cabezas de sus enemigos, y lo hacen mas o menos así:

Para la reducción de la cabeza, los Shuaras primero cortan la cabeza de su adversario. Luego con un cuchillo se hace un corte desde la nuca al cuello, se tira de la piel y se desprende del cráneo, desechando el cerebro, ojos y demás partes blandas, además de los huesos.

El siguiente paso consiste en meter la piel en agua hirviendo a la que se añade jugo de liana y otras hojas, que evitan que se le caiga el pelo. Mantienen la cabeza sumergida durante unos quince minutos; ya que si lo hicieran más tiempo la cabeza podría ablandarse demasiado y posiblemente se pudriese.

A continuación, retiran la cabeza del agua, la que en ese momento ya es la mitad del tamaño original, y la ponen a secar. Una vez seca, se raspa la piel por dentro para quitar restos de carne y evitar el mal olor y la putrefacción y se frota por dentro y por fuera con aceite de carapa.

Después cosen el corte realizado en la nuca para extraer los materiales blandos y el cráneo. También cosen los ojos y la boca, quedando la cabeza como una bolsa, en la que se echa una piedra del tamaño de un puño o el volumen equivalente en arena caliente.

Finalmente la cuelgan sobre el fuego para desecarla poco a poco con el humo, a la vez que se le va dando forma al cuero con una piedra caliente. En este proceso la cabeza acaba por reducirse. Después se retira la piedra o la arena y se tiñe la piel de negro.

NOTA: No intente hacerlo en casa.

Con vergüenza, frustración, pero a la vez coraje y motivación, he leído la siguiente nota:

El estudiante Adrián Gorocica Rojas denunció que fue privado ilegalmente de su libertad, además de que fue víctima de abuso de autoridad, tortura física y psicológica a manos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.

El joven Adrián Gorocica Rojas, estudiante del Instituto Tecnológico de Mérida e integrante de diversas organizaciones, denunció ayer que el pasado 20 de febrero fue privado ilegalmente de su libertad, además de que fue víctima de abuso de autoridad, tortura física y psicológica a manos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, por lo que exigió castigo a los responsables.

En conferencia de prensa, en la que mostró algunas heridas en su rostro y en las muñecas, producto de su arbitraria detención, narró que el día antes mencionado, alrededor de las 11 de la noche, en pleno festejo carnavalesco, un elemento de la SSP intentó detener a uno de sus compañeros, por lo que le señaló al oficial que no lo hiciera e hizo un comentario como: “No seas mala onda, poli, dale otro chance”; empero, el elemento de la SSP le contestó: “Pues ahora tú también te vas”.

Al ver que se le pretendía detener sin razón, trató de alejarse del lugar, pero cuando finalmente lo detuvieron optó por sentarse en el piso y sujetarse de una malla metálica de la tarima ULTRA 89.3, por lo que lo empezaron a golpear y patear un buen número de elementos que, según decían, llevaban a cabo el “operativo carnaval”.

Adrián Gorocica dijo que fue golpeado durante unos 10 minutos y que durante el incidente se presentaron al sitio unos 50 policías de la SSP; aseguró que él no agredió en ningún momento a oficial alguno, pero ellos sí se ensañaron con una compañera que intentó ayudarlo y que dijo que acudiría a la CODHEY; en respuesta los uniformados le espetaron: “Cállate, cabrona, si no a ti también te vamos a llevar”.

Finalmente fue sometido y esposado. Luego lo llevaron por varios puestos de control y cuando otros elementos preguntaban el motivo de su detención la respuesta era: “operativo carnaval”. En algún momento, dijo que algún oficial señaló: “Entonces llévenlo atrás a la camioneta, ahorita le vamos a dar una verguiza”.

Narró que entonces fue llevado a la unidad de antimotines número1790, donde le tiraron encima a tres de sus compañeros que también habían detenido. Pidió que le quitarán las esposas de sus muñecas pues le lastimaban fuertemente, pero sólo recibió como respuesta un “Cállate, cabrón”, mientras aporreaban su cabeza contra la caja de la camioneta. Señaló también que cada que intentaba ver el rostro de los elementos de la SSP recibía algún golpe.

Con la impotencia en su rostro, señaló que esta denuncia pública tiene la intención de que llegue a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco para que tome cartas en el asunto; asimismo hizo responsable al titular de la SSP de cualquier agresión a su persona.

—Levanto la voz en son de protesta y reclamo a las autoridades gubernamentales por este agravio a mi persona, exigiendo se castigue a quienes utilizan el uniforme policíaco para externar sus animalescas actitudes y su prepotencia. Lo más preocupantes es que un buen número de jóvenes son ultrajados y violentados en sus más elementales derechos, señaló.

Indicó que sus garantías individuales fueron violadas, pues en el trayecto a los separos los policías lo siguieron golpeando. Al llegar a la SSP, comentó que los amedrentaron diciéndoles que los acusarían de estar intoxicados y que llevaban consigo drogas.

Señaló que en ese momento nuevamente le golpearon la cabeza contra la pared y también que recibió golpes en sus testículos. Además de que el médico de la SSP en turno se burló de ellos diciéndoles: “¿Qué, tienen granitos o piquetes en la cara? Los veo hinchados”

Adrián Gorocica señaló que en este momento lo llevaron a un pasillo detrás de las celdas, donde lo obligaron a que se desnudara e hiciera un par de sentadillas y le propinaron dos puñetazos en el pecho, pues según los agentes le hacía falta “otra calentada“.

Finalmente fue colocado en una misma celda junto con otras 27 personas y fue dejado en libertad a la 1 de la tarde. Señaló que en ningún momento le permitieron hacer una llamada.

Comentó que él participa en diversos movimientos sociales, como Contra el Aumento de las Tarifas del Transporte, además de colaborar con otras organizaciones, por lo que dijo que la saña de los elementos se debió a esta razón, pues dieron muestras de conocerlo previamente.

El denunciante entregó un documento sellado de recibdo en la oficialía de partes del Ejecutivo.
Fuente

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Es increíble la cantidad de injusticias que se siguen cometiendo en pleno siglo XXI, las injusticias siempre las habrán, y cada una debe ser castigada como algo particular y no como una media general.
No puede ser que se amedrente a líderes, activistas, estudiantes o cualquier civil como este chavo, que se reprima la libertad de expresión y opinión, como si eso fuera suficiente para callar los aclamos de la gente, del pueblo.
Desgraciadamente, pasa muchas veces que son una nota más en los medios y caen en el olvido, no deberíamos permitirlo.
Este tipejo, Saidén, es un ejemplo claro de la corrupción, abuso de autoridad e impunidad, que puede llevar a cabo un "simio" cuando está en el poder (una disculpa pública a todos los simios por compararlos con este tipejo). Digo, ¿que le falta a Adrián? ¿Quizá atropellar y matar a una persona y salir impune? O bien, ¿participar en "carreritas" callejeras de autos donde pierden la vida dos personas?

Demos gracias al Gobierno por personas "honorabilísimas" como Saiden; esto gente, ya no es cuestión de partidos, si tricolor, azul, amarillo o verde, es cuestión de que el pueblo no exige, se conforma, al pueblo pan y circo... vamos a ver si después del Carnaval ya se calmaron las agüas respecto al conflicto con las empresas transportistas de pasajeros, y con "calmar" no me refiero a llegar a un acuerdo, sino que a la gente se le olvida por el Carnaval y las "autoridades" aprovechan la nube de humo para hacer y deshacer a su antojo.

Pero el valiente lo es, hasta que el cobarde quiere.